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lunes, 25 de mayo de 2009

Cuento breve

 

...Y todos se quedaron solos, ermitaños, en silencio...


 


Pero un día, aquel sentimiento de querer sentirse con alguien, compartido con alguien, volvió surgir.


 


Un soñador fue en busca de una soñadora y al encontrarla no pudo más que sonreír, se le acercó y murmuró a su oído un “hola.”


 


Ella, sorprendida , supo que en esa palabra había más que un simple saludo: era la primera palabra pronunciada desde que el mundo pretendió querer callar, y en esa palabra, sino se trataba con cuidado, crecería poco a poco una nueva condena...

1 comentario:

  1. Cada día una nueva condena cuando dos soñadores chocan...

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